Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1891-1892 (Cortes de 1891 a 1892)
Sesión: 7 de diciembre de 1892
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Discurso
Número y páginas del Diario de Sesiones: 254, 7965
Tema: Causas de la dimisión del Ministro de la Gobernación, Sr. Fernández Villaverde. Proposición incidental

El Sr. SAGASTA: Señores Diputados, la minoría liberal no ha tomado parte en la votación de la toma en consideración de esta proposición, ni la tomará en su aprobación o desaprobación, por dos razones: la primera, porque entiende que será sentar un malísimo precedente, el venir aquí a dar interpretación a las leyes por medio del voto de la Cámara; y la segunda, porque entiende que esa proposición no es una proposición de confianza, dados los términos en que está redactada, y dados también los términos en que ha sido defendida, sino que es una proposición? no sé cómo decir la palabra; es una proposición de vilipendio.

Sí, Sres. Diputados; es una proposición de vilipendio, porque vilipendio ha de resultar para alguien, por más que otra cosa digáis. ¿Se admite por unanimidad de la mayoría la proposición, y el señor Presidente del Consejo de Ministros acepta como buena la proposición y la votación que está proposición produzca? ¡Ah! Pues destruye la gallardía con que ayer contestó a las insinuaciones del Sr. Silvela, y acepta lo que ayer con gallarda indignación rechazó.

Y sería vilipendio también para los señores de la mayoría que acompañan al Sr. Silvela hacerles votar al contrario de lo que han aplaudido. Y después de todo, ¿para qué serviría este vilipendio del Sr. Presidente del Consejo de Ministros, que ayer tan gallardamente quedó, y el vilipendio del Sr. Silvela y de los amigos que te acompañan? Para nada, dada la explicación que hemos oído hoy al Sr. Silvela y el consejo que ha dado a sus amigos. ¿Qué ha resultado? Que por el consejo del Sr. Silvela, haciendo las reservas que hizo ayer, muchos Diputados de la mayoría han votado contra su conciencia, y que de esos 121 Diputados, no se sabe cuáles son aquellos cuyo apoyo rechaza y rechazó ayer con indignación, con noble y justa indignación, el Sr. Presidente del Consejo de Ministros. De manera que esta proposición no conduce a nada absolutamente; no conduce sino a que 121 Diputados que han votado con el Gobierno después de hacer este punto cuestión de Gabinete, y después del consejo dado hoy por el Sr. Silvela a sus amigos (que ya no soportan, sino que aguantan al Sr. Presidente del Consejo de Ministros), voten ahora con el Presidente del Consejo de Ministros. ¿Se conformará con eso el Sr. Presidente del Consejo de Ministros? Entiendo que no, porque desmiente en absoluto todo lo que ayer dijo con aplauso de la pública opinión; y yo que combato con energía, con franqueza y de frente al señor Presidente del Consejo de Ministros por su política, que he creído desacertada y peligrosa, sobre todo en los últimos tiempos, sentiría que no cayera de ese banco con la dignidad y con la nobleza con que deben salir del Gobierno los que le ocupan tan dignamente como lo ha ocupado el Sr. Presidente del Consejo de Ministros. No; no sirve para nada, porque después de todo, una votación de 121 Diputados, contando aquellos cuyo apoyo no se acepta, no es nada para sostener a un Gobierno; 221 tuve yo, y caí (Risas); y cuidado que de aquellos 221 no era ninguno condicional; me acuerdo mucho de ellos porque constan sus nombres en un álbum que tengo en mi poder, y que aprecio en mucho.

Esta proposición es un trágala para el Sr. Silvela y sus amigos. Allá el Sr. Silvela y sus amigos se entiendan, y allá se entienda la mayoría. Esta proposición significa, además de un trágala para el señor Silvela y sus amigos (trágala que el Sr. Silvela acepta muy humildemente, con grandísima resignación, y buen provecho le haga a S. S.), significa además, que el Gobierno desea el deslinde de campos en el partido conservador; y como nosotros no tenemos nada que ver con esto (y ahora sí que se puede decir que no tenemos vela en este entierro) ni hemos tomado parte en la votación para tomar en consideración la proposición que se está discutiendo, ni tampoco la tomaremos en la que ha de haber para aprobarla o desaprobarla. [7965]



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